miércoles, 18 de septiembre de 2013

Segundo asalto

Impulso positivo, esa es la idea. Me muero de ganas por compartir contigo algo de lo que sólo tú has logrado formar parte, algo que sólo tú has logrado provocar. Estoy cansado de que todo sea negativo y reactivo, de los nudos en el estómago, de la frustración autounducida en noches de tirar la toalla. Es todo falso. Es todo inventado por una mente a la que ya no le valen como excusa todos los golpes que ha recibido. Es hora de darlos. Segundo asalto, golpea bien, hazlo bien. Love of lesbian. Es como si un montón de cosas hubieran coincidido para dar la vuelta a todo, empezar a levantarme y dejar de quejarme por todo sin hacer absolutamente nada. Como si de pronto hubiese aprendido que la mejor venganza hacia todos aquellos que pisotearon mi estado de ánimo es precisamente una sonrisa, y hacer sonreír a los demás. Cuando alguien entra tan rápido y con tal perfección en tu vida, algo tiene, y eso es precisamente lo que no quiero dejar escapar. Eres lo mejor que podía sucederme. Eres el mayor motivo que podía existir para retomar el control de todo, y te quiero a mi lado. Eres la única oportunidad que me he dado a mí mismo en demasiado tiempo.
Bienvenida a la segunda fase...

lunes, 9 de septiembre de 2013

¿Qué me dices?

Subamos al piso más alto, a observar la ciudad desde nuestro reino de locura. Pongamos bien fuerte esas canciones, con esas reverb's propias de los noventa.. bueno, en realidad de los ochenta, pero me gusta más volar en las paranoias noventeras de sueños por cumplir. ¿Qué me dices?
Pelo rizado al viento y esa mirada intensa y desafiante, propia de quien logró escapar de las garras del conformismo y la mediocridad, de quien logró atravesar todos aquellos barrotes que pretendieron un día encerrar su creatividad en un pozo de yo qué sé qué otros fracasos. Aún sigo soñándote con los ojos abiertos, esperando un mensaje tuyo como lo mejor que me puede pasar a lo largo del día, aunque últimamente lo mejor de mis días se resuma a la música que queda aún brillando en lo más profundo de lo que podría llamarse el lado menos malo de las cosas, ese que consigo ver en ti.
Cada vez me quedan menos personas a las que idolatrar, y entre ellas, cada vez menos a las que yo conozca, y por ello considero maravillosamente afortunada la posibilidad de alimentar la admiración que te tengo hasta llegar a lo más alto, hasta obsesionarme contigo y no poder sacarte de mi cabeza.. bueno, no. Eso ya ha sucedido. De cualquier manera, ¿qué me dices?

jueves, 5 de septiembre de 2013

Los años robados

Hace dos días diste el primer paso de algo más grande de lo que alguna vez hayas podido imaginar hasta ahora. Seguramente lo más grande que hayas hecho desde que tienes uso de razón. Es reflejo esto, como muchas otras cosas que han pasado últimamente, de ese cambio en tu proceder, o mejor dicho, del regreso a lo que siempre debiste ser y alguna que otra vez olvidaste por el camino.
La determinación se ha apoderado de ti, y esta vez con tal fuerza, que ni si quiera te planteas luchar contra ella; has decidido llevarla por bandera allá en lo que te pase, y por primera vez en todo el tiempo que la tuviste guardada en aquel cajón, te sientes orgulloso de cuanto pasa por tu historia, porque esta vez eres tú el dueño, el propietario y el responsable de tu situación. Aunque esta recompensa, por así decirlo, no es gratuita, ni ha llegado aún completamente, pues lleva tras ella largos años de resignaciones y abandonos en todos los sentidos, y aún le faltan importantes batallas que superar para llegar a ser espléndida, como esperas y deseas.
Sin embargo, a pesar de tan dulce determinación en la nueva moda de tus decisiones, queda un irreparable sabor amargo en tu paladar, correspondiente a los citados años de horas bajas, de pagar los imperdonables errores de quienes decidieron por ti, para después refugiarse en tu atormentado juicio a la hora de cubrir la culpabilidad de su subconsciente, aunque en el fondo nunca olvidarán el origen de su cobardía.
Ahora, por fin, pones remedio a aquellas cosas que se hicieron mal. Fuiste tú el perjudicado, ahora eres el interesado, serás el beneficiado. Y si todo sale bien, nadie, nunca más en la historia, podrá borrarte la sonrisa resultante, sólo tuya, y digna de ser restregada sobre los rostros de aquellos cobardes que abandonaron una lucha sobre cuyas obligaciones no tenían la potestad que se tomaron. Sea como fuere, ya ha empezado. Has dado el primer paso, has manifestado tu decisión, y se ha puesto toda la maquinaria en funcionamiento. Ya no hay marcha atrás.

Hoy el café sabe mejor, ¿no crees?