viernes, 18 de noviembre de 2011

Mes de Noviembre y CBMSO

Este blog está empezando a ser leído por una cantidad de personas cada vez mayor, entre las cuales, cada vez, hay más de ellas que no pueden saber cierto tipo de cosas, salvo las de entradas anteriores que, por estar un poco más desfasadas que las actuales, carecen de mayor importancia.


Dicho esto, abandonando ya ese lenguaje tan asqueroso que utilizan en las multas de tráfico, viene la entrada.
Qué mes de noviembre tan perfecto! Creo que el más bonito que he pasado en toda mi vida, y todo gracias a una persona...  pero como dice el textito de ahí arriba, hay cosas que no se pueden contar, así que ya sabes, persona más importante de mi vida, va por ti.
Algo reciente que me llamó mucho la atención fue mi visita al CBMSO (Centro de Biología Molecular Severo Ochoa), en Madrid, pero no por una visita programada ni nada de eso, si no para asistir a la entrega de unos premios de narrativa juvenil sobre ciencia de un concurso en el que mi compañero de clase y yo habíamos resultado estar entre los cinco finalistas que optaban a los premios; estos eran tres, el primero y más goloso, un iPad2. Yo me llevé el tercero, un lote de libros de divulgación, escritos por el portavoz de la conferencia que precedió a la entrega, un tío que casualmente me encantó. El primer premio se lo llevó una chica que había venido desde Almería.

Después nos ofrecieron una visita guiada por el Centro, por todos los laboratorios y salas de experimentación del edificio. Por lo visto el CBM pertenece al CSIC y a la Universidad Autónoma de Madrid, por lo que su financiación se realiza con fondos públicos en su mayoría, algo que me extrañó muchísimo al ver las infraestructuras y los recursos de los que disfrutaban los investigadores que trabajaban allí. Todo era perfecto; el diseño, la organización, la limpieza, la calidad de los materiales, la formación del personal, la reputación, la historia, ¡todo! Aquello era digno de película europea de alto nivel, pero, para ser más real, era un edificio sacado de alguna utopía, a pocos kilómetros de mi ciudad, por la carretera de Colmenar. Acojonante.
Y..  bueno, más allá de mi sorpresa, fue una experiencia preciosa de principio a fin; muy formal todo, eso sí, pero muy agradable, la llegada al lugar, el recibimiento, las conversaciones, la conferencia, la entrega de premios, la guía, la despedida...  todo el mundo sabía comportarse, todos cumplían con su deber, algo que en el mundo de barrio y de falta de recursos en el que estoy acostumbrado a vivir, no hay. A veces me darían ganas de pertenecer a algo relacionado con un lugar de trabajo como ese. De hecho, una de las representantes del concurso me comentó personalmente que le gustó mi forma de escribir y que, si escribía artículos sobre ciencia, alomejor me los publicaba en la página del CBM, la correspondiente a divulgación y cultura. Y con eso o sin nada, me fui feliz, por saber que existe algo así, por el trato recibido.


Parece que este mes todo el mundo está colaborando para que noviembre, entre el año pasado y éste, se convierta en mi mes preferido.

5 comentarios:

  1. No es oro todo lo que reluce...

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  2. Pues es evidente que escribes muy bien Nobelio. Algo que casi siempre es innato (no depende del barrio de cada uno ;-) ), aunque requiera aprender Gramática sin duda alguna. Como trabajador del CBMSO me alegra que te haya gustado nuestro Centro. Desde dentro siempre se ve mejor qué cosas deben mejorar, pero es muy satisfactorio que desde fuera se perciba como algo que merezca la pena sostener y apoyar.
    !Gracias por colaborar tú también a que este Noviembre no parezca tan nublado!

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  3. Begoña Aguado

    Nobelio, Como trabajadora del CBMSO te agradezco tus bonitas palabras y entusiasmo hacia nuestro Centro, y te animo a que luches para poder ser algun dia parte de el, independientemente del barrio del que vengas (es algo que para entrar aqui no se pregunta!).

    Sigue escribiendo así e interesandote por escribir relatos relacionados con la ciencia.¡Y haciendo que Noviembre sea especial!

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  4. Nobelio, qué gusto da leer a gente joven que escribe así de bien. Está claro que no toda "la juventud" es como a veces tendemos a describirla.

    Debo decirte que en el CBM no todo es perfecto, pero nos esforzamos para continuar siendo punteros en nuestra labor y me alegro de que te hayamos causado buena impresión. Espero que algún día puedas cumplir tus expectativas profesionales, ya sea aquí o en el lugar que prefieras.

    La gente como tú es la esperanza para este país. ¡Ánimo!

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  5. Me alegra que lo hayas disfrutado, Nobelio. De eso trata la ciencia: del disfrute y la pasión.

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