domingo, 13 de febrero de 2011

El Blues de la generación perdida

Dices que yo no tengo casi nada en la cabeza
me miras, me juzgas, me condenas,
qué importa mi opinión,
dices que yo no he combatido en un millón de guerras
que me da igual la voz de la experiencia...
Dices que sólo soy una veleta
a la que el viento se lleva sin querer,
dices que sólo soy una cometa
que se eleva y que un día va a caer...
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Preciosa canción de Amaral, del álbum Gato Negro, Dragón Rojo. "El blues de la generación perdida", una canción compuesta por Eva en letra y por Juan en música, que habla de que no se ha perdido tanto tras los años, y que es lógico que se pierdan ciertas cosas, cuando lo que se nos pretende enseñar es malo, que no somos tontos y que nos damos cuenta; que ya no estamos en los setenta y que las cosas han cambiado, aunque, en mi opinión, aún queda mucho por hacer.
Respecto a ese verso, "...que me da igual la voz de la experiencia"...  pues claro. Claro que me da igual la voz de la experiencia, cuando esa voz no dice más que estupideces, las cuales son el principal impedimento para la paz, la convivencia...  ¿A qué voz de la experiencia quieres que haga caso? ¿A la que me dice que los homosexuales son unos enfermos, que no tienen capacidad de amar y que hay que marginarlos para que no contaminen la sociedad? ¿A la que me dice que los inmigrantes son la causa de la crisis económica de España y de Europa, y que los negros son sucios y tontos? ¿A qué voz de la experiencia? ¿A la que me dice que el sexo es malo? ¿O a la que me dice que cuando mi mujer se pase de la raya le tengo que dar un par de hostias para que se calle?
Pues no, no me da la gana. Ni escuchar a la voz de la experiencia ni levantar la bandera de un país que no ha hecho nada por mi. Ni pienso emplear mi tiempo de los domingos en ir al puto bar de la esquina, a tomarme una puta cerveza mientras veo el puto partido del Madrid y pongo a parir al presidente del gobierno y a los inmigrantes suponiendo que, por su culpa, mi pensión a los 80 años no va a pasar de setecientos euros, cuando en realidad es cosa de cada uno decidir lo que paga a la seguridad social durante su vida laboral. Si no has querido pagar una mierda, tu pensión será una mierda, lógicamente. Luego no busques otros culpables.
Y lo último que estaría dispuesto a hacer en mi representación política como ciudadano, lo último, sería marcar la casilla de la Iglesia en la contribución de la declaración de la renta. Antes se lo doy a la asociación Mondragón y a sus putos terroristas, y antes que a ellos se lo doy al tío que me atracó hace dos años a dos manzanas de mi portal.

Y aunque la canción sea muy buena, en este instante siento poca compasión como la que se intenta transmitir en esa frase, Si yo pudiera, me llevaría la tristeza de tu cabeza...  Se supone que al final de todo, uno se da cuenta de que todo eso, tan malo y tan podrido que aún queda por aquí, tiene su causa...  y al final te da pena toda esta gente e intentas decir eso, que te gustaría que no fueran tan amargados, tan intolerantes, incultos, cerrados, hipócritas, retrógrados, que te gustaría poder ayudarles a no ser tan mierdas...   pero a mí hoy no me pasa eso. Aquí cada uno con lo suyo. Si tú no te has esforzado por descubrir lo que no sabes; si tú no te has esforzado en buscarte una solución a ti mismo ni te has esforzado por entender lo que pasa a tu alrededor...  no voy a ser yo quien te ayude. Tú no has querido, te jodes.
Yo ya estoy cansado de ayudar a quien no se lo merece.

martes, 8 de febrero de 2011

Definición de altruismo

A mí siempre me habría gustado escribir esa palabra con tilde, es decir, "altruísmo"; por la sencilla razón de que me gusta pronunciarla como si fuera un hiato, al-tru-ís-mo, en lugar de al-truis-mo...  pero bueno, qué se le va a hacer. ¿No podía haber por ahí algún otro tipo de altruismo para poder ponerle al mío una tilde diacrítica? No. Pues vale.
Según los diccionarios, altruismo es la voluntad de hacer cosas para el beneficio de los demás, incluso a costa del propio; y eso me gusta. Hacer cosas que beneficien a los demás, incluso a costa de que me perjudiquen a mí mismo. Como diría algún que otro amigo, "eso es muy grande, tío".
Pensar "yo no importo, yo ya cuidaré de mí mismo, eso no importa" a la hora de ayudar a alguien, a la hora de comprender a alguien (lo cual no significa nada peyorativo para el otro, como la compasión); pasar por encima de la altanería y la estulticia de la gente y fijarse un objetivo, o mejor dicho, un conjunto de objetivos cuyo fin no eres tú, sino otra persona o grupo de personas.
Dicen que esto del altruismo no se elige ni se piensa, simplemente se lleva dentro y cada uno tiene sus propios niveles de altruismo, sin que nadie se lo pueda dar o quitar a capricho. El típico acto heroico de salvar a un niño de una riada cuando nadie más se atreve a cruzar el torrente, o cosas por el estilo...  pero yo no me refiero a eso. Vale con cosas mucho más básicas. Por ejemplo, hacer los deberes de una asignatura en la que nadie los hace nunca, con el fin de levantarle una sonrisa al profesor en medio de la clase, al ver que hay alguien que le sigue y se toma en serio los trabajos...  y no es por sentirse uno bien consigo mismo. A mí eso no me llena personalmente. No voy pensando "qué buena persona soy". No. Hay quien sí lo hace, pero yo no. Es más bien una necesidad, y no presumo de ello. De hecho me ha llegado a causar algún que otro problema, o simplemente incomodidad. No siempre apetece ser bueno con alguien, y esto del altruismo no se hace porque alguien te de pena o te haga sentir demasiado afortunado como para no hacer nada. Basta con un poco de empatía y ser un pelín antisocial, es decir, querer ser diferente a los demás e intentar darles una lección de lo que nunca serán capaces de hacer. Eso es altruismo. En clase se puede hacer de muchísimas maneras distintas.
También se puede hacer en el metro, cuando ves a la típica chica con la mirada clavada en el suelo o el típico tío con cara de haber perdido a un ser querido. Coger el teléfono y llamar a tu tía para charlar aunque sea diez minutos...  sabiendo que el efecto posterior será que alguien se ha acordado de ella, en un momento cualquiera, y eso hará que se sienta especial, aunque sea sólo por un rato. Preguntar a tu madre o a tu hermana qué tal le ha ido el día, aunque no te importe lo más mínimo...  sabiendo que el hecho de narrarte su día la distraerá de sus preocupaciones en ese momento y sentirá que formas parte de su vida y de sus pensamientos, aunque no demasiado, pero al menos haberla distraído un poco. Quedar con un amigo a tomar un café y hablar de la vida. Da igual que sea tu mejor amigo o uno con el que lleves cinco meses sin hablarte. El caso es pillar un par de horas libres, incluso sacrificar un par de horas de tu agenda tan ocupada y dedicarlas a escuchar a esa persona que no sabes si tiene alguien que se preocupe por ella. Y si ya lo tiene, pues uno más. Decir a alguien lo que quiere oír, hacer algo que alguien haya estado deseando ver...
Pasar apuntes al único compañero que en la vida ha faltado al respeto a ningún profesor, al único que nunca se ha metido contigo, el único que crees que se merece que le pases esos apuntes...  incluso al que no se lo merezca. Coger al que peor te caiga y dibujarle una sonrisa en la mesa, sin que después sepa que has sido tú; alegrar el día a alguien a quien no te guste ver, solo por intentar que no se sienta tan despreciado, al menos por ti. Organizar proyectos con la gente, emocionar a alguien.
En mi caso, cantar una canción que a alguien le guste, aunque a mí me parezca vomitiva...  solo por darle la oportunidad de sentirse escuchado e influyente en algún sitio.
Decir a tu amigo lo mal que lo pasaste cuando murió tu abuelo, para que se sienta comprendido tras haber perdido al suyo... llevártelo a alguna parte, a tomar un café o a dar un paseo en bici, de excursión, jugar una play, emborracharte con él, lo que sea, aunque no te apetezca.

PD: No todo lo que se hace, se hace por altruismo; y lo que se hace con altruismo, se hace siempre.

martes, 1 de febrero de 2011

Small future [1]

Últimamente se me va la poesía al escribir, y mis textos ya no son tan literarios como pretenden...  pero bueno, tampoco es lo que más me importa en este momento. Prefiero modificar la forma para preservar la fidelidad del contenido, que modificar este último con el fin de adecuar su apariencia.

De hecho, hay cosas que están cambiando en este aspecto. Quizá se deba, entre otras cosas, a que últimamente no me siento delante del teclado cuando necesito expresar algo; últimamente lo hago porque sí, porque me apetece escribir, pero no sé el qué, ni cómo empezar...  pero me dejo de tantos rollos, que ni vosotros tenéis tiempo, ni yo tengo ganas de aburriros más.
De aquí a unas semanas publicaré en YouTube un discurso, dando mi opinión sobre el sistema educativo español, criticando algunos aspectos propios, y otros generales, que se extienden más allá de las fronteras de nuestro territorio. Será triste todo lo que voy a decir en ese discurso, pero tengo ganas de hacerlo, y tengo la obligación de hacerlo, si realmente quiero hacer algo, cualquier cosa.
Otra cosa que quería anunciaros es que ya está en marcha mi "blog de escapadas"; un blog dedicado a hacer una pequeña entrada conmemorativa de cada una de las escapadas - excursiones - viajecillos que estoy empezando a hacer en 2011, con el fin de mostrar un lado más libre de la vida de ciudad en la que andamos inmersos. El enlace es el siguiente:
Suscribiros si os gusta, era simplemente para darle un poco de publicidad.
Qué más.. ah, sí. He descubierto que me gusta escuchar música de piano, música tranquila de piano, mientras estudio, pienso...  me ayuda a concentrarme un montón y he observado cómo aumenta mi rendimiento a la hora de estudiar y trabajar en casa. Os recomiendo, al menos, que lo probéis. Un pianista que me gusta, por ejemplo, es Walter Mazzaccaro, para empezar.
Hala, hoy no os aburriré más, que mañana tengo que estar fresco para rendir un poco, hacer la competencia a mis compañeros y pensar en todo lo que me espera en los próximos meses, de exámenes, proyectos, cambios y mucho, mucho amor que dar a una persona que se lo merece.
Feliz semana a todos!  :)