domingo, 31 de octubre de 2010

Amor interestelar, del recuerdo al sueño.

I can't live with or without you!!!

Ni contigo ni sin ti. Si estás cerca, te odio y te repudio, no te quiero, quiero que te vayas, me inspiras cierto magnetismo disyuntivo, estoy incómodo...   pero cuando te vas y me faltas, no vivo si no muriendo a cada minuto, que tu ausencia es como el dolor de una flecha clavada en lo más hondo del corazón, que si me faltas no sé a quién acudir cuando tengo frío, cuando no entiendo el mundo...
Tu ausencia me aterra y tu presencia me incomda, ni contigo ni sin ti puedo vivir. Ni contigo ni sin ti soy capaz de ser feliz...  Puede que haya otra, puede que no, no lo sé. Cuando me faltas, no, no hay otra. Sólo existes tú. Sólo existe tu calor ausente en las noches frías de invierno, y nadie más puede sustituirte...  pero cuando estás a mi lado para agarrarme las manos y no dejarme escapar, también está ella, y las demás, y todas las que existen en el mundo...  y yo me pregunto, por qué me quieres, si soy todo lo contrario a lo que tu deseas y exactamente lo que no quieres...  y no me vale que me digas "porque follas bien", ni "porque tú me comprendes", ni cualquiera de esas excusas típicas de las películas más comerciales de California. Yo quiero que me digas lo que yo te digo a ti, que se me caen los huevos al suelo cada vez que te veo, que mi corazón se acelera cada vez que huelo tu perfume, que mis manos se suicidan cada vez que acarician tu cabello, que me quedo sordo cada vez que oigo tu voz, que suspendo un examen cada vez que he estado contigo, que se para el tiempo cada vez que te separas de mí, que mis labios entran en ebullición cuando tocan cualquier parte de tu cuerpo, que mis pies se levantan del suelo cada vez que me llamas y que puedo volar cada vez que tú vuelas conmigo...  pero eso no es suficiente. Nunca es suficiente, porque tú quieres más, tú no solo quieres volar, tú quieres flotar en el espacio, más allá de donde acaba la atmósfera, llegar a donde no hay aire para respirar, conocer aquello que no ha conocido nadie, conseguir que te conviertas en mí, y que yo me convierta en ti, y aún así nos sigamos amando, más lejos de lo que puede llegar a soñar nadie, en el tiempo y en el espacio, eternizar y sintetizar nuestra identidad en un sólo yo, formado por el amor que nos une, que será eterno y más extenso que el universo, más largo que el eje cronológico de la existencia, más sabio que dios, más fuerte que el Big Bang, más poético que una letra de Luis Ramiro, más emotivo que el final de Cadena de Favores, más melódico que la voz de Whitney Houston, más pesado que un gramo de antimateria y más luminoso que una supernova...

...pero lejos de todos estos sueños está la realidad. Tú eres de Venus y yo de Marte, y sigo sin poder llegar hasta ti. Mi nave se ha estropeado, se quedó atascada en algún satélite, fue conquistada por otra persona, y la tuya se fundió con el calor del sol, y te ahogaste de placer bebiendo de otro amor que te llenaba más que mis palabras vacías y al mismo tiempo llenas, llenas de tristeza, de melancolía, de impotencia...   y todo aquello que conlleva el recuerdo, ese recuerdo de que una vez te tuve entre mis brazos y te dejé escapar, ese recuerdo infernal y angustioso de que el tiempo ha pasado y el espacio nos ha separado.

jueves, 28 de octubre de 2010

Y la paz hablará

Óyeme, oh Señor, óyeme.
Allá donde se encuentre la esencia de tu ser
Allá donde se realice el efecto de tu existencia
Allá donde los oídos de tu comprensión puedan oírme
Escucha mis plegarias, oh Señor, óyeme.

Ayúdame, Señor,
A no ganar esta guerra
ni ninguna otra que se libre con armas y con desprecio,
pues las únicas armas de los hombres deben ser sus corazones,
y su único campo de batalla, el amor.

Ayúdame, Señor, y ten piedad de mí
Cuando el odio de la humanidad caiga sobre mi espalda,
Cuando el olor de la pólvora quebrante mi recuerdo,
Cuando la luz de los estallidos ciegue mi juicio.
Ayúdame, Señor, ayúdame.

Y protégeme, Señor,
protégeme de la hostilidad y de la amargura,
líbrame del rencor y de la discordia,
aléjame de la mentira
y llévate la ceguera de quienes tienen ojos.

Hazme fuerte, Señor,
y dame valor cuando el fuego se apague,
cuando se haga el silencio,
cuando el viento se pare
y los hombres hayan aprendido a amarse;
porque mi trabajo habrá terminado,
y la luz se elevará hacia lo alto,
y las armas yacerán en el fondo del mar,
y la paz hablará.

martes, 12 de octubre de 2010

12 de octubre

"...and the leaves that are green turn to brown" (Paul Simon).

Y qué será de hoy, 12 de octubre. Un día tan señalado en mi vida personal.
Qué será de hoy, que lo único que me queda de ella es un busto de granito esculpido con el cincel y el formón de mi recuerdo, a golpes del martillo del tiempo, que repercuten en mi cabeza año tras año.

12 de octubre, día de la hispanidad, día de la Virgen del Pilar, fiesta nacional. Todos contentos porque no tienen que ir al trabajo, y yo aquí, delante de un teclado, con cinco folios por delante para entregar mañana, y con este pesar que recaerá sobre mí cada 12 de octubre. Que aunque pasen treinta años, me seguiré acordando de lo mismo cuando sea doce del diez. Desfile de las fuerzas armadas en la tele, comida familiar en casa, tarde relajada y tiendas cerradas. No queda otra que irse de garitos por el Madrid de los gatos hasta que el reloj se pare en la madrugada, hasta que las agujas se cansen de esperar y los cubatas se congelen.
Escuchar a Luis Ramiro y montar en un Citröen para volver a casa. Bendito diésel, cómo se nota en las subidas y en los puertos de montaña. Que lo único que quería era visitar San Martín. Después regresar a Villanueva pasando por las Omañas y dejar atrás La Adrada para volver a ver los cuatro pilares del cielo de la ciudad, desde arriba, desde las laderas de Guadarrama. Pasar por Las Rozas, por la sede del C.N.I; coger la radial por el sur y regresar a un barrio angosto y lleno de peculiaridades que no dejan de ser mías, para volver a soñar otro mundo desde la misma habitación. En el espacio, el sueño de abandonarlo todo, de llenar el depósito, llenar al cartera y echar kilómetros hacia donde sea. En el tiempo, el sueño de regresar al mismo 12 de octubre de hace dos años, o incluso al de hace tres, y soñar con un presente alternativo, llamado futuro por aquel entonces.
Que ya se lo dije al 2010 en la víspera de la cena de fin de año: "Querido 2010, no más amores imposibles, no más trampas, no mas trucos, sólo quiero vivir"...  ¿Te acuerdas, 2010? Ya te escribiré otra carta junto con la de 2011, ya hablaremos tú y yo.
8:55 am; música no muy alta, cielo casi completamente despejado. Puedo ver las antenas de mi propio tejado reflejadas en los ventanales de en frente. Las persianas aún están bajadas. Ni si quiera pasan coches. Podría echarme una siestecita sobre la calzada y desayunar sobre algún paso de peatones.
Chaqueta de cuero y zapatos negros, cinturón liso y guantes de piel, vaqueros oscuros y una niebla disipada que enfría las ideas.
Un 12  de octubre muy típico, que no sólo atormenta mi memoria, porque estas cosas siempre van de dos en dos, como las noticias. Un 12 de octubre, seguramente largo, que acabará igual que empezó: mis ojos fijos en la ventana, observando la soledad; mis manos fijas en el teclado, capturando la eternidad.

sábado, 9 de octubre de 2010

I want a ticket to anywhere

Puede que alguna vez hayáis tenido la maravillosa suerte de haber leído la letra de "fast car", de Tracy Chapman, mientras la escuchábais por primera vez...  alomejor no os dice nada, ni os emociona, ni os sugiere nada sifnificativo...  pero a mí sí. El caso es que aquí os la pongo; la letra y un enlace a una actuación en directo de esa canción, por si os sobra el tiempo y queréis saber realmente de lo que estoy hablando:
Letra: 

No todo el mundo canta en ese tono. No todo el mundo utiliza esos acordes. Por eso Tracy Chapman es quien es.

Tengo un plan para que salgamos de aquí, porque cualquier lugar es mejor que éste. Salgamos de aquí, vamos a buscar trabajo para averiguar lo que significa vivir, mi padre era alcohólico y yo tuve que dejar el colegio para cuidar de él. Espero que tu coche sea rápido para salir volando: o nos vamos esta noche o morimos aquí...  pronto conseguiremos trabajo, las cosas saldrán bien, podremos comprarnos una casa y pagar las facturas...
...pero entonces empiezas tú también a beber, malcrías a tus hijos. Siempre esperé algo mejor, ahora ya no tengo planes para ir a ningún sitio. Coge tu coche y sigue conduciendo.


Tuvo un pasado difícil y muchas cosas que decir. Por ejemplo, para "Baby can I hold you" también escribió una buena letra.

"...si te hubiera dicho las palabras correctas en el momento adecuado, ahora serías mío"

Por cosas como esta dicen que una buena canción es precisamente la que refleja los sentimientos de más personas.
¿Quién no ha pensado alguna vez en cosas así? Nunca habéis perdido a alguien y os habéis parado después a pensar en esa frase? "If I told you the right words at the right time, you'd be mine". De verdad que si escucháis esa canción es muy probable que os emocionéis. No hace falta que nadie llore. Basta con recordar un viejo amor o un viejo amigo que ya no esté ahí. Con eso basta. Sucede lo mismo cuando alguien se emociona con una película, sobre todo con las románticas que hacen llorar a todos los espectadores al final. El que la ve no se pone del todo en el lugar del protagonista. El que la ve simplemente asemeja lo que sucede en la película con su propia realidad, con su propia identidad. "Y si fuera yo ese que está en la pantalla, y la que tiene esa historia de amor no fuera esa actriz, sino ella, esa persona que desapareció de mi lado". Eso es lo que vemos. Y claro, encima nos ponen música de contrabajos y otros instrumentos de cuerda, muy bien sincronizados con los cambios de plano sobre la pantalla y échate a llorar. Con eso ya tienes para emocionarte una semana.

Pero bueno, que ya empiezo a enrollarme. Que no he venido hoy para hablar de lo bien que funcionan los efectos del cine. Estoy hablando de música.
La entonación de la canción y la forma en que pronuncia Tracy las palabras son algo como cercano. Sobre todo porque está en segunda persona y eso influye en el receptor, de forma que parece que nos está hablando a nosotros de forma comprensiva. Por eso refleja los sentimientos de tantas personas, sentimientos tan comunes. Porque la infelicidad constante en la que se supone que estamos inmersos se basa en eso, en querer escapar, en coger un coche o un avión y salir corriendo. Y encima con esas palabras, "salir de aquí, cualquier lugar es mejor, un billete a algún lugar" e indeterminaciones dadas por "maybe" repetidas veces. Según la canción, qué podemos esperar de la vida si no es incertidumbre. Dudas de cómo resolver el presente tomando una decisión drástica, y una vez hallada la solución, vuelta a empezar.

Realmente tendría que hacer un análisis mucho más profundo y detallado de las distintas características de la canción, tanto en música como en letra, pero creo que con escucharla y leerla será suficiente para que cada uno vea lo que se inspira a sí mismo, que lo que digo arriba es demostrable.

Y otra vez, si estabas buscando entretenimiento y distracción, pues sí, aquí hay un poquito, pero si escuchas la canción verás que alomejor te vas más deprimido de lo que llegaste...  pero qué le voy a hacer yo, que sólo soy un escritor desconsolado que lo único que quiere es contaminar el teclado con sentimientos resentidos debajo de un siglo inestable.








sábado, 2 de octubre de 2010

De una dichosa foto

No es tu lugar de evasión ni nada por el estilo. No sueles ir nunca, ni si quiera una vez al año. Tu lugar de evasión es otro, y te trae ciertos recuerdos, te inspira ciertas sensaciones por las que lo has elegido como lugar de evasión, allí donde vas cuando necesitas pensar, alejarte, distraerte, allí donde el dolor no es tan fuerte si lo acompañas con un café calentito, allí donde los sueños están más cerca si miras hacia el cielo. Ese es tu lugar de evasión. Pero el que has visitado últimamente no es tu lugar de evasión, aunque puede que empiece a serlo a partir de ahora. Has ido por primera vez en mucho tiempo, pero no esperabas lo que te ha sucedido. Para ti el concepto de ese lugar era uno corriente, como cualquier otro. Aunque ya sabías lo que inspiraba ese lugar, las personas que solían ir allí cuando lo conociste, las personas con las que solías ir, aunque ya sabías que en cierto modo ese lugar ya estaba relacionado con tus orígenes, nunca te habrías imaginado lo que iba a sucederte hoy. Una extraña experiencia. Un lugar tan conocido, tan famoso, tan visitado, tan desapercibido, se ha convertido en lo que te faltaba para darte cuenta del giro que ha dado tu vida en los últimos años.
Lo has visitado, has ido y has vuelto. Estás de vuelta y aparentemente no ha sucedido nada extraño, pero la foto...  porque claro, siempre hay una foto. Las fotos tienen la culpa de todo. Ya tienes una foto de ese lugar en la actualidad, parecida a la misma foto del mismo lugar hace ya unos cuantos años. Y otras fotos de otros momentos y lugares a lo largo de tu vida. Siempre hay alguna foto, algún lugar, algún momento especial y significativo por razones que sólo tú conoces.
Te ha venido a la cabeza algo parecido a eso de "tras la tempestad, viene la calma". Ahora estás en calma, has llegado a un estado más o menos óptimo, el que llevabas tiempo buscando, esperando, después de un montón de meses, de años viviendo una realidad que no era tuya, que no controlabas, que estabas obligado a vivir.
De repente te has puesto a mirar un montón de fotos de esa realidad, recordando cada momento y descubriendo que todos ellos se encontraban en ella, en esa realidad sobre la que no tenías ningún poder, pero sí responsabilidad. Tras mirar todas esas fotos, ya con cara de incomodidad, has visto de nuevo la que te has hecho hoy, y te ha entrado una sensación demasiado fuerte para haber sido provocada por una simple foto...  aunque a veces las fotos son verdaderas bombas de relojería, que cuando explotan delante de tus ojos, te dejan ciego de nostalgia y no te dejan ver otra cosa.
¿Y por qué has explotado con la foto de hoy? Porque hoy, por primera vez en mucho tiempo has sido feliz

Vale, ahora cambio de segunda persona a primera. Que no me avergüenza reconocer que me he emocionado con una foto que aparentemente tiene menos historia que una onda. Puede que sea algo efímero, algo que puede pasar desapercibido para otras personas, algo superficial y fugaz, pero para mí tiene más sentido que algunas fotos de hace diez años. En esa foto de hace unas horas miro mi cara y mis ojos, y en ellos veo el primer resquicio de felicidad mostrado en años, la primera muestra de felicidad inocente en muchísimo tiempo. He regresado a un lugar simbólico que marca la diferencia entre todo lo que ha pasado hasta ese momento y lo que debería haber sucedido realmente, aunque esa realidad haya llegado tarde hasta mí.
Por eso a veces me pregunto si los males son necesarios, si el sufrimiento es necesario para llegar a estos estados de emotividad que hasta una foto sin casi resolución puede causar. Me pregunto si de verdad merece la pena acumular tantos pensamientos negativos, tantas desdichas seguidas, acumular tanta tensión no liberada para después liberarla por cualquier cosa, con cualquier motivo, si merece la pena ser tan fuerte en los momentos malos para, ahora que han llegado los buenos, derrumbarme sobre mi mismo y echar a llorar por cualquier tontería que me recuerde cómo he llegado hasta aquí.
Ahora que soy feliz, o al menos eso parece por el momento, no sé por qué, me he vuelto más sensible. Puede que esto se acabe pronto, pero no me importa. Lo que me importa es que ha sucedido. A veces sonrío, me emociono, pero no por haber conseguido nada, sino por haber descubierto que esto existía. Pensaba que no era posible y sin embargo aquí estoy.
He pasado meses y años de mi vida viajando por el tiempo y por el espacio, de un lugar a otro, recibiendo golpes por todos lados, preso de no atreverme a tomar una decisión responsable, preso de la cobardía, preso de la infelicidad y del inconformismo, dando vueltas por lugares remotos, y ahora, ahora vengo por aquí, por un sitio que está bien cerca de casa y me pasa esto. Un lugar simbólico que me ha recordado mis orígenes en lo que antes o después se iba a repetir. He vuelto a verme con dos ó tres años, cuando nada de esto anterior había pasado, cuando esta mierda todavía no caía sobre mi espalda, cuando aprendí a ser feliz. He regresado al pasado y he dado un enorme salto hasta el presente sin pasar por lo que había en medio. Es como haberme librado de lo que aún pesa dentro de mi memoria, como haber superado aquello que pensaba que era único, habiendo descubierto que aquella sensación de inocente niñez se podía recuperar. La he recuperado.
He recuperado la autenticidad regresando a ese lugar que siempre ha estado ahí, pero para el cual no siempre he estado yo, porque ha estado esperando a que mi vida diera todos estos giros, esperando a que yo fuera feliz, para venir y hacerme ver que soy como desde mi origen quise ser, porque ahora que tengo poder de decisión, me he librado de lo que me encadenaba y he trazado un estrecho y amistoso lazo que une mi presente con mi pasado más lejano, con aquel que sólo podía añorar durante el tiempo intermedio, mientras era infeliz, pero ahora que vuelvo a vivir como tenía que haberlo hecho, lo único que quiero es escribir una vida de verdad, deshacerme de lo que no vale y seguir adelante con el equipaje que he tenido desde el principio, el que siempre estuvo hecho para mí. Lo que ha habido entre medias ya no es nada.
Lo único lamentable es que en mi memoria siempre quedarán recuerdos desafortunados de lo que sucedió a ciertas alturas de algunos años, durante ciertos períodos de algunos años, durante ese período que me separa de mi origen.
Ahora que he regresado a mi origen se supone que debería estar pletórico, pero en lugar de eso, no hago más que mojar pañuelos y encerrarme para que no vean cómo estoy. Y cuando vuelvo a leer esto me vuelve a suceder lo mismo, no cambia.

En cierto modo creo que esto sucede porque aún me falta algo, me faltas tú. Siempre me faltaste. Incluso fuiste tú quien protagonizó esos tiempos intermedios de infelicidad, quien se personificó como causa de todos esos calvarios situacionales en los que siempre me hallé inmerso, y sería de tontos intentar ahora cambiar lo que no perteneció al pasado e intentar que sea como desde un principio debió ser. Puede que me comporte como un loco al intentarlo, pero si hay un deseo que tengo desde antes de que todo esto pasara, ese deseo eres tú, ese deseo es completar mi vida vacía con lo único que me ha faltado siempre, contigo. Escribir con fotos lo que no hemos vivido juntos, escribir en el recuerdo lo que nunca ha sucedido, quiero intentarlo antes de que sea demasiado tarde para recuperar una bala perdida.
Aquí abajo adjuntaré la foto para que todo el mundo vea lo anodina que parece aparentemente, y espero tener algún día el valor suficiente para decirte que eres esa persona, para explicarte lo que no supiste ver, para ir en tu busca y quedarme a tu lado y que no puedas volver a escapar nunca más.





De esta foto, lo importante es, y siempre lo será, el lugar donde fue tomada.