sábado, 24 de mayo de 2014

"Envejecer con dignidad"

Dice Pérez-Reverte que en sus novelas siempre vemos a un héroe cansado, frustrado, decepcionado podría decirse. Abatido y fatigado por todas las guerras, todo el desgaste de sus hazañas, el olvido y la necedad. Un mercenario cruel que sin embargo tiene unas normas, sigue sus principios con rectitud, y es por ello un ejemplo de admiración se le mire por donde se le mire. Y quizá es eso lo que me atrae del retrato que realiza sobre los hombres; esa desazón de quien lo ha hecho todo y no ha logrado nada, de quien vive rodeado de esperpento o simplemente no asimila el mundo, un inadaptado que no sabe ya qué hacer, si hacer algo, sin fuerzas, a veces ya sin ganas. Y me da miedo sentirme así con veinte años recién cumplidos. De verdad, me aterra.
Después viene en entrevistas comentando que, bueno, que no siempre tiene por qué que existir una solución o un buen desenlace. Y es lo que narra en sus obras con exquisito ardor de realidad; que sus protagonistas asisten impotentes y resignados al ocaso de algo que no pueden salvar, y la mayoría de las veces lo único que buscan es un mínimo consuelo, una trinchera, donde hacer su existencia un poco más soportable. Y me es imposible no darle la razón en cualquiera de sus observaciones.
Trataré al menos, como él dice que intenta, de envejecer con dignidad, si acaso eso es posible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario