miércoles, 30 de octubre de 2013

Por amor al arte

Las novelas históricas, y la literatura en general, resultan un digno homenaje a la Historia, que difícilmente merecería la pena recordar de otra manera. A menudo nos hablan de los hechos; son lo que recordamos, son lo que vemos. Pero qué vacío sería el mundo si no nos quedara más que eso. Con nostalgia y tristeza las más veces, y sin embargo con fortuna son las letras las que, al menos, permanecen en la esencia de lo hermoso para intentar llenar ese vacío. A menudo encuentro difícil acoger, en unas pocas palabras, la admiración que profeso hacia este arte tan noble, en el cual los pocos abatidos que un día quedaron en pie entregan lo que existe más allá de los hechos, e inmortalizan, desde su humilde lucidez, el verdadero significado del tiempo.

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